Encontrando el AMOR en el Coffe UAP...

Bajo el parpadeo de una potente luz blanca, un cruce de caminos cósmicos acontece en el Coffee UAP, entre coca cola, cacahuates japoneses y un oasis de exóticas infusiones en la constelación de Orión. Ella, una actriz de la Tierra, cuyos ojos han capturado la esencia de mil personajes, pisa el umbral de este universo de aromas con la esperanza de un breve respiro entre guiones y aplausos.

Él, un científico de piel gris y ojos vastos como galaxias, llega desde un confín olvidado, su mente una nebulosa de ecuaciones y teorías sobre la vida en el cosmos. Su búsqueda de conocimiento lo ha llevado por un laberinto de estrellas, hasta este pequeño punto en el espacio donde el café huele a

promesas.

En un rincón, donde las sombras danzan con la luz, sus miradas se cruzan, dos universos en colisión. No hay palabras, solo el susurro silencioso del destino que teje en el aire un tapiz de posibilidades. Ella, acostumbrada a interpretar historias, encuentra en su mirada una narrativa nueva, una trama sin guion donde ella podría ser simplemente humana.

Él, acostumbrado a las estrellas, ve en ella un misterio tan vasto como el cielo nocturno, un enigma envuelto en una sonrisa que desafía su lógica científica. Intrigado por su presencia, se atreve a dejar de lado sus fórmulas para explorar la química desconocida que surge entre dos seres de mundos distintos.

Entre sorbos de refresco  y fragmentos de conversación, el espacio entre ellos se llena de risas y el silencioso acuerdo de explorar juntos este sentimiento emergente. El Coffe UAP, en esta ocasión, con sus paredes blancas y adornos de inspiración extraterrestre a su alrededor, se convierte en testigo de un romance improbable, tejido en el tejido de la realidad y los sueños.

Así, en el Coffee UAP, ellos descubren que el amor, ese viajero frecuente de las historias humanas, no conoce de fronteras planetarias ni limitaciones estelares. Aquí, entre el sonido de la gaseosa, el crujido de las botanas, los cacahuates  y corazones expectantes, el amor se presenta como el más universal de los lenguajes, traducido y comprendido en la mirada del otro, allí donde las estrellas se reúnen para contemplar el nacimiento de una nueva constelación en el cielo del afecto.

           Marciano Dovalina